La globalización y la apertura del país al mercado internacional, permitió la llegada de nuevas empresas y con ello se abrieron nuevos servicios donde las nuevas empresas apostaron y decidieron invertir en el desarrollo económico nacional. Asimismo, hicieron que empresas peruanas ya existentes tuvieran que adaptarse al cambio para no quedarse atrás.
En época de guerra, sin embargo, se necesita un liderazgo competente en todos los niveles.
Maria Pia Podesta
Project Manager y Coordinadora comercial
¿Qué es el liderazgo? Los autores Giuria y Podestá (2021) lo definen como la habilidad de resolución de problemas, trabajo adaptativo y la forma en influir en los colaboradores. Entonces, el líder se convierte en un integrante más de la empresa donde realiza trabajos operativos, pero aún así tiene la capacidad de inspirar y motivar de forma activa a su equipo de trabajo.
Cuando los autores evalúan las variables como liderazgo servidor, compromiso laboral y soporte organizacional en las empresas de servicios, indican que un estilo de liderazgo servidor y una buena construcción de soporte organizacional donde el colaborador se sienta respetado, ayudan a que se construya la famosa “camiseta”, es decir, cuando ambas variables se encuentran bien implementadas, contribuyen a mejorar el compromiso de los empleados. Y no solo impacta al colaborador como tal sino también a su familia y se genera un cambio positivo en la comunidad.
Para poder comprender un poco más las variables, los autores indican que el liderazgo servidor se debe entender como aquella persona que establece un vínculo con los colaboradores, los escucha, actúa realzando el valor humano y busca la empatía hacia los demás, sin dejar de lado las metas de la organización. El compromiso laboral se define en sus tres componentes: compromiso afectivo (vínculo entre el trabajador y la empresa), compromiso de continuación (los empleados se quedan porque necesitan el trabajo) y el compromiso normativo (se asocia a los sentimientos de obligación de los empleados de permanecer en la empresa por norma). Finalmente, el soporte organizacional es la percepción que se tiene sobre la empresa, respecto al nivel en que esta valora sus aportaciones y se preocupa por el bienestar integral. Además este es el tipo de soporte que influirá positivamente en los empleados, haciendo que exista un mayor sentido de compromiso hacia la organización.
Retomando, ¿qué pasó con las empresas durante la pandemia? Tuvieron que reinventarse de golpe a un cambio donde no se sabía cuál era su origen y aún es un poco incierto cuándo va a ser final. Como se ha mencionado, las organizaciones han tenido que adaptarse en todo sentido, desde revisar las nuevas tendencias tecnológicas para mejorar los procesos internos hasta optar por el funcionamiento de la empresa desde casa. El teletrabajo o home office se volvió el día a día de las empresas donde los líderes y/o cabezas de equipo, también tuvieron que acomodarse a una situación que no se tenía mapeada y llevar sus equipos, estrategias y más a la distancia.
La adaptación a este contexto ha sido en cada empresa, por ejemplo, la UNESCO (2020) indicó que cuando los directivos ofrecen una perspectiva distinta en momentos difíciles, se sienten más cerca de lo que realmente están y con ello ayudan a resolver problemas que pueden estar presentando sus colaboradores. Por otro lado, Reátegui (ESAN 2021), coincide en que la clave del éxito para lograr un impacto positivo es prestar atención a las emociones que salen de los integrantes de cada equipo. Indica que, ser empático es tener interés por el otro de forma humilde y sin prejuicios. Este aspecto es muy importante ya que no solo significa entenderlo sino que en este contexto es, también, respetar sus horarios de trabajo para no afectar el equilibrio entre la vida laboral y personal.
En conclusión, para las empresas, adaptarse a este cambio no ha sido nada fácil, ya que optar por trabajar y liderar desde casa, para muchos (más la generación boomer e inicios de la generación X) ha sido un cambio radical, porque tuvieron que aprender a llevar el liderazgo a distancia, convirtiéndolo en un liderazgo servidor; donde las necesidades de los demás quedan por encima de las necesidades del líder. Han tenido que practicar la empatía, escucha activa y paciencia ante situaciones de estrés o preocupaciones derivadas de la situación actual, que implican, además adaptarse a nuevos roles y a las tareas diarias del hogar.
Finalmente, pensemos en esta reflexión de Berenstein:
“En tiempo de paz se puede sobrevivir con una buena administración y dirección en los diversos niveles de la jerarquía, en combinación con un buen liderazgo concentrado en los niveles superiores. En época de guerra, sin embargo, se necesita un liderazgo competente en todos los niveles”.
Si estás listo para el cambio, y deseas saber cómo manejar a tu equipo en este contexto, no dudes escribirnos.





